Ligar o no ligar, esa es la cuestión. ¿En serio? ¿De verdad seguimos pensando eso?
Porque a mí me da la sensación de que en los tiempos que corren, la cuestión ya pasa a ser, ligar bien o no ligar bien. Me explico: al igual que los tiempos cambian, las maneras de hacer la cosas y lo aceptable, se modifica y evoluciona. Pero ésta, ¿qué dice?-pensaréis.
Bueno, quizás con un ejemplo se entienda más fácil. Pongamos por ejemplo, el tema feminista por antonomasia: LOS PIROPOS.
¿Qué son los piropos? Los piropos, supuestamente, eran una manera en la que antaño, cuando no había cuadrillas mixtas (no como ahora, que todas las cuadrillas vascas tienen cuotas… Eh… ¡No!), parece ser que los hombres utilizaban para llamar la atención de las mujeres que les gustaban. Como piropo, se entendía soltar algún halago a voz en grito, que generalmente estaba relacionado con el aspecto físico de la mujer en cuestión. Bien. Hoy en día, sabemos, (porque lo sabemos, ¿¿¿¡no!???) que los piropos son simple y llanamente agresiones sexistas. ¿Por qué? Bien, hagamos el famoso experimento de invertir roles. ¿Os imagináis a una mujer de mediana edad admirando los brazos o los gemelos de cualquier hombre joven que pasa por delante del banco en el que está sentada con sus amigas? Mmmm… ¿Se nos haría raro, no? Habrá quien diga, que somos unas histéricas y unas exageradas, porque piropear a la gente es una manera perfectamente normal de relacionarse con el resto. Pero claro, recordemos que servir a tu marido sin rechistar, no poder divorciarte de él o no tener derecho a abrir una cuenta bancaria, también era algo normal… en el pleistoceno. Entonces, pensemos en alto: supongamos, y tengamos bien claro que es un suponer, que acabamos aceptando pulpo como animal de compañía, y no negamos que piropear sea una manera de relacionarse… ¿Qué denota esa manera de relacionarse? ¿Qué roles se establecen? ¿Quién es el sujeto y quién el objeto? ¿Es realmente una manera horizontal de abordar a alguien por la calle? Además en ocasiones, los comentarios que se hacen son de lo más soeces… ¿O no? ¿A quién no le han dicho un horrible pseudopiropo con los ojos inyectados en sangre y cara de asco? ¿Hacemos lluvia de ideas? Venga, ¡va!
- ¿Te estudio o te trabajo?
- ¡¡¡Con un culo tan bonito tienes que cagar bombones!!!
- ¡¡¡Si me caigo ya se donde agarrarme!!!
- ¡¡¡No tengo pelos en la lengua porque tu no quieres!!!
- Si tu fueras un bollicao me comería hasta el cromo
¿MÁS? ¡¡¿SE OS OCURREN MÁS ASQUEROSIDADES?!!
Aquí tenéis la iniciativa de Alicia Murillo para señalar y avergonzar a esos machitos atrevidos que se pasan de lo que ellos consideran simpatía
http://www.pikaramagazine.com/2012/09/7109/
¿Lo conocíais? ¿Es interesante, verdad? ¿Qué respuestas solemos dar normalmente a estas agresiones verbales? ¿Hacemos como si no las escucháramos? ¿Contestamos algo inventado para salir del paso? ¿Cuál es tu estrategia?
¿Sabías que existen talleres de autodefensa feminista en los que se ponen en común las realidades vividas y se comparten herramientas para combatir este acoso callejero tan normalizado? ¿Has ido alguna vez a alguno de estos talleres? ¿Te gustaría ir? ¡¡¡Pues atenta a tu agenda porque seguro que desde Beldur Barik volvemos a ofrecerte uno pronto!!!
Vale, pues ahora que vemos que los inofensivos piropos no son ligar, venga, pongámonos serias: ¿cuántas y cuántas maneras de relacionarnos que antes colaban ya no nos sirven a la hora de ligar, porque no vamos a permitir que se nos trate como si estuviéramos en situación de inferioridad perpetua e inamovible?
Una vez establecido que las maneras de ligar del año de la polca no nos sirven para nada hoy en día, me pregunto si conocemos realmente maneras de ligar bien, sanamente, en horizontal, desde la diversión y el respeto, teniendo en cuenta las necesidades de ambas partes, gozando en igualdad de condiciones, con consentimiento, no dando por hecho cosas
¿Y esto cómo se hace? ¿Y esto quién lo enseña? ¿Verdaderamente existe tal cosa? ¿En serio es posible?
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