Más allá del envoltorio
Irati García López de Aguileta
Menudo año
Si hace año y medio alguien nos hubiese dicho que en 2021 íbamos a estar así nunca nos lo hubiéramos imaginado. Al añadido de los exámenes, las amigas, los ligues y la familia, se le suma un confinamiento y medidas de distanciamiento social ¡Como si no tuviéramos bastante ya!
Durante este tiempo han cambiado muchas cosas, muchas habéis tenido que convertir vuestras habitaciones un aula y conseguir la fortaleza para hacer frente por vosotras mismas a esos exámenes que tanto temíais. Otras, habéis tenido que posponer muchos de los planes que llevabais meses preparando. Para todas, el confinamiento ha supuesto distanciarse de la familia y las amistades y tener que verlas a través de una pantalla. Está guay comunicarse a través de redes sociales, pero no todo el rato. En mitad de toda esta situación, las rutinas han cambiado y es normal que hayamos adquirido nuevas costumbres.
Muchas han cambiado sus hábitos de alimentación, otras han comenzado a hacer nuevos deportes, aprovechando para animarse con el subidón de endorfinas. Algunas han dormido más que en un año entero y otras han tenido problemas para descansar.
Durante los primeros meses, hemos aprovechado para ver todas esas series y películas que teníamos pendientes, para iniciar nuevas aficiones pero pasado un tiempo al final cansa. A veces, las redes sociales han sido la mejor manera de desconectar de casa y de conectar con el resto, pero también el foco de muchas inseguridades.
Es difícil compararse con una persona que monetiza su imagen y no sentir que salimos perdiendo, y más si es una imagen retocada. Aunque esa imagen es solo eso, una imagen. Pero en un momento en el que estoy aislada de mis amigas, que solo veo fotos del confinamiento con filtros ¿se me está yendo la olla si me veo mucho mas fea que antes?
ES NORMAL
Ante esta situación, es normal que pensemos en cuidarnos y que eso implique ponernos a dieta, comenzar a hacer cierto deporte para quemar o comprar ciertos productos. Las imágenes que solemos consumir siempre son perfectas, pero son un instante que no refleja la realidad. Además, somos mucho más que un físico, ¿acaso sólo importa eso? Cada día vivimos con nosotras mismas un montón de cortocircuitos, complejos, bajones y emociones y a veces olvidamos esa parte tan importante que es cómo nos vemos y nos tratamos a nosotras mismas. Por eso, te traemos:
Tips para cuidarte:
- Aprende a escucharte y reconectar contigo. Para eso, te recomendamos que realices alguna actividad que implique reconectar con el presente. Si estás a tope y no puedes, te recomendamos la app Lojong, que incluye un montón de dinámicas de meditación y mindfulness. Nuestra recomendación: el programa Camino.
- Marca tus propios límites e identifica aquellas personas que suman y aquellas que restan. ¡No queremos gente que nos haga sentirnos pequeñitas o que no nos acepta como somos! Eres suficiente tal y como eres.
- Señala la cosificación. ¡Nuestro cuerpo no necesita tu aprobación! Si vemos a chicos hablando de otras chicas como si fuesen objetos, ¡responderemos todas a una!
- Hay veces en los que la bajona nos cuesta un mundo y siempre nos viene bien recordarnos que, a pesar de todo, a menudo hacemos las cosas bien. Te animamos a pensar cada noche antes de ir a dormir en tres cosas que has hecho de las que te sientes orgullosa. ¿A veces se te olvida o te da pereza? La app MoodSpace te da la posibilidad de esto y mucho más, puedes registrar estas ideas en nubes para revisarlas en otro momento y te da la posibilidad de analizar tus pensamientos negativos y cómo te han hecho sentir.
- Revisa tu feed. Lo que ves en RRSS tiene un efecto directo en tu percepción corporal ¡y puede que en tu estado de ánimo! Asegúrate de que los contenidos que consumes no reproducen ideales de belleza inalcanzables y que valoran las diversidades.