¿Preparado para ligar? Claves para no perderse…
¿Qué es ligar? ¿Para qué ligamos?
¿Qué buscamos cuando queremos ligar? ¿Ligamos con facilidad o nos cuesta?
¿Cuáles son nuestros referentes a la hora de ligar?
Estas han sido algunas de las preguntas que han lanzado los sexólogos Peio Saez de Lafuente y Javi Molina en el taller online titulado Prest zaude Ligatzeko? Claves para no perderse dirigido a chicos entre 12 y 26 años.
Aquí os dejamos algunos de los temas claves que se han mencionado durante la formación.
Si yo no tengo claro lo que quiero, ¿cómo me voy a enfrentar a esa situación de plantearle mi deseo a otra persona?
- Cuando nos acercamos a una persona, lo hacemos porque si no voy a quedar como el raro del grupo, porque mis amigos me presionan ¿o lo hago porque realmente me atrae esa persona y me apetece tener un acercamiento?. Es clave hacernos esta pregunta antes de iniciar un ligoteo.
- Históricamente los hombres heterosexuales no hemos expresado nuestras emociones salvo a nuestra madre y a nuestra pareja, por lo que es muy difícil expresar un deseo a una persona que muchas veces no conoces mucho.
- Nos sentimos súper incomodos en esa incertidumbre de Y ahora, ¿qué debo hacer?, ¿qué debo decir? Pregúntate siempre primero: ¿Qué es lo que quiero?, ¿por qué estoy aquí?, ¿qué busco?, ¿busco crear una relación de pareja?, ¿busco acercarme a alguien y jugar?. Es muy importante y un paso esencial que cuando yo me acerque a alguien sepa por qué lo hago.
- Debo sentir que tengo la legitimidad de expresar mis deseos, cosa que también es mi obligación, porque la otra persona no puede leerme la mente. Pero para decirlo tengo que pensarlo y tenerlo claro.
- ¡Ojo! Porque a menudo estamos tan preocupados por gustar que a veces dudamos si esa persona nos gusta de verdad. Porque necesito tanto lograr su aprobación que se me está olvidando si quiero estar aquí.
- Otras veces, estamos tan metidos en nuestro pensamiento, que no prestamos atención a como está la otra persona, a sus señales. Ligar no es un proceso individual, es un proceso común, de dos o más personas.
Cuando yo tengo muy claro mi deseo, a veces ocurre que la otra persona no quiere saber nada de mí. Pero es que yo tampoco puedo convencerle con unas palabras concretas. El deseo es muy personal y depende mucho del momento.
- Antes de ese primer acercamiento, es muy importante salir del bucle de lo que le voy a decir, de cómo se lo voy a decir, de si haré el ridículo, etc. y prestar atención a las señales que nos está dando la otra persona. Si mira hacia la puerta constantemente o ni si quiera nos dirige la mirada, es que no quiere saber nada de nosotros.
- Una vez hecho el acercamiento y viendo que la otra persona está receptiva, es importante ir viendo qué expectativas tiene, ir dándonos cuenta de ello.
- Algo clave antes de acercarte y plantearle que te gusta, es insinuarte de alguna manera; con una mirada, una sonrisa, un gesto. Es una forma de poder recibir señales por parte de esa persona. También tiene esa parte de protegerse, y no recibir un rechazo verbal contundente que puede ser más doloroso.
El miedo al rechazo es una realidad que nunca vamos a acabar de superar.
- Es muy importante asumir que cuando nos dicen no, no nos dicen que no a nuestra persona. A veces creemos que nos rechacen depende claramente de nosotros y nos deja pensando que es nuestra culpa y nos castigamos por ello. Pero es ir aprendiendo, es un entrenamiento.
- También el dolor es diferente si es una persona a la que le entras de repente en una fiesta o si es una persona con la que llevas tiempo viéndote. Saber gestionar bien el rechazo es clave para no sufrir de sobremanera y no hacer daño a la otra persona.
En ese miedo al rechazo entra en juego la vergüenza, aunque podemos ser una persona vergonzosa de serie.
- Siempre que nos acercamos por primera vez a una persona para mostrarle nuestros sentimientos va a haber cierta incomodidad. Pero, '¿cuánta incomodidad estoy dispuesto a superar?'.
- Es clave conocer y amar nuestras debilidades y defectos. La perfección no es atractiva.
- Hemos confundido naturalidad con falta de vergüenza. Pero si vas de forma natural con tu vergüenza por delante, pueden salir cosas muy bonitas.
Puedes acercarte a alguien y comenzar diciendo: Hola, estas cosas me dan mucha vergüenza, pero me has gustado, por ejemplo. Utiliza la vergüenza, no la escondas. Porque eso sí que es difícil, tienes que hacer tres trabajos: uno tener vergüenza, otro saltarla y otro ocultarla. - No pasa nada por ser torpe, no pasa nada por sentir vergüenza ¡Pero ojo! No es lo mismo ser torpe que ser agresivo, si se es torpe igual con cambiar algunas cosas es suficiente. Si se es agresivo, estoy invadiendo el espacio de una persona que quizá no tenía un interés claro en mí, pues ahora lo tendrá aún menos.
- Es clave cómo mostramos nuestra vulnerabilidad.
Si crees que existe una respuesta mágica para ligar, no es verdad.
- Cuando hablas con alguien, no es tanto el cómo te has expresado, si bien o mal. Lo más importante es pensar: '¿creo que mi manera de expresarme ha sido buena?'.
- A la hora de ligar nos centramos mucho en el objetivo y no tanto en el proceso. Es fundamental que todas las personas implicadas en el proceso de ligar, disfruten precisamente de ese proceso, del juego, del irse conociendo poco a poco, insinuándose, buscando esa erótica... Si el objetivo es llegar a la cama y meterla y la conversación ha sido un rollo, pues mal.
El que disfrutemos ligando o no, depende mucho de dónde pongamos nuestro objetivo. Por ejemplo; si yo voy al monte para ir a la cima, y lo mas importante es llegar a la cima, no cojo agua ni llevo nada porque lo mas importante es llegar cuanto antes, y de repente llueve y me tengo que dar media vuelta. En ese caso habrá sido un día horrible en la montaña. Pero si la meta era la de disfrutar del paseo, ahí no importa no haber llegado a la cima. Lo mismo ocurre con el proceso de ligar.